SEDUCCIÓN EN LA DISCO: ¡PÓNGASE EN RITMO!

UNA CLAVE: EL HORARIO DE LLEGADA

Lo principal en una disco es el horario de llegada.
Si llegamos cerca de la medianoche es probable que el único aproach lo podamos hacer con el personal de limpieza.
Si recién aterrizamos a las 5, nuestro abanico de posibilidades no excederá una gorda deprimida o un travesti.
Pero ingresar al local a las 2 AM nos garantizará encontrarnos con la mayoría de las chicuelas que ese local pueda exhibir, y en un estado de efervescencia adecuado a nuestras intenciones.

DOMINIO DE CINTURA

Por supuesto que concurrir a un local bailable nos exige dominar el arte de la danza. Si su cuerpo se mueve con la gracia de un rústico defensor, lo recomendable es que se quede lo más quieto posible. Una opción es moverse apenas, como desganado, para no deschavar su notable falta de coordinación de miembros (en plural).
Igual, podrá compensar con la oralidad. Por ejemplo, desgranar ante sus posibles conquistas sus avanzados conocimientos sobre la música tecno. Evite hacer alusiones a Sui Géneris, ya que le preguntarán si es un nuevo sistema de MP3.

EVITE LAS PREGUNTAS TONTAS!

Evite preguntarle a la chica si trabaja o estudia, de qué signo es, por cuál equipo hincha, y cosas por el estilo: puede provocar la rápida huida de su interlocutora o que directamente le bostece el rostro y le provoque un brushing en el pelo.
Encarar a una rusa poderosa con cuestionamientos del tipo "¿cómo nos ves a los argentinos?" o "¿qué fue lo que más te gustó, las Cataratas o Bariloche?" podrán dejarlo debajo de Beto Badía en carisma y ocurrencia.
Siempre es mejor sorprenderla con algún comentario que nadie le hizo o nadie le haría. Es preferible pasar por loco que por plomo.

ELIGIENDO PRESAS

Es necesario tener un ojo diestro en la elección de la presa, especialmente para no seguir recibiendo sonoros rechazos.
Por ello, seguidamente se le facilita una breve tipología de mujeres en las disco:

Chica alegre: interesante blanco. El alcohol la habrá relajado y no será tan dura con usted. Incluso le responderá y hasta es posible que se ría con sus chistes más idiotas.

Chica borracha: dudoso objetivo. La gran ventaja es que en ese estado no se dará cuenta que quien la quiere manosear no es precisamente Johnny Deep. La desventaja es que, si debe ir al baño, al regresar ya habrá olvidado su rostro y terminará acostada con otro.

Chica sobre los parlantes: objetivo imposible. Se cree que es una diosa y hasta es probable que lo sea. Sólo quiere que la miren, y lo consigue fácilmente con voyeurs como usted.

Chica en pose: similar al anterior, pero más extendido. Ella sólo mira hombres para provocar ascensos térmicos, no para iniciar una relación. Si piensa que tiene posibilidades y se le acerca, es posible que grite, llame a la seguridad y lo saquen del local en segundos.

Chica directa y con ganas: ejemplar realmente escaso, especialmente para hombres que leen este tipo de consejos.

PÓNGASE EN ONDA

Es importante que se tome un par de tragos antes de poner cartas en el asunto. Lo aflojarán y le brotarán más palabras de las dos o tres que suele decir cuando sale.
En este punto es más que importante la mesura, ya que unos vasos de más lo descarriarán hacia diálogos ridículos o movimientos ampulosos, que podrían llevarlo rápidamente al exterior del lugar, cargado por patovicas.
Además, el excesivo alcohol le proveerá un aliento demoledor, el que resultará intolerable para cualquier dama.
En cualquier caso, debe hablar lo justo y necesario. Entre la música alocada y el ritmo frenético del lugar, terminará besando al parlante si se extiende demasiado en sus intervenciones.
Piense en James Bond, el agente 007, quien tenía siempre las palabras justas. Usted, por caso, sería un agente 000, ya que prácticamente no existe.
En resumidas cuentas, en estos ambientes hiperkinéticos lo más importante es que hable con el cuerpo.
Claro, como usted no tiene precisamente la figura de un nadador olímpico, trate de que no hable demasiado.